Las oposiciones como salida a la crisis

La destrucción de empleo y la incertidumbre disparan el número de opositores a trabajar en el sector público - Al mismo tiempo, la oferta de plazas baja a causa de los recortes presupuestarios
Hay una empresa en España que, pese al azote de la crisis, no ha perdido clientes. Diversificada, con oficios en varios gremios y para varias categorías profesionales, esta empresa difícilmente le despedirá o dejará de pagarle la nómina en la fecha acordada, por mal que vayan las cosas y una forma de acceder a ella: las oposiciones presenciales y las oposiciones a distancia.
Se llama sector público y, con más de cuatro millones de parados en España, ha ganado puntos como refugio de millares de españoles -imposibles de cuantificar, dada la cantidad de Administraciones Públicas a las que presentarse- que pelean por un puesto de trabajo seguro, para siempre mediante una oposición. Las escuelas de formación para oposiciones ven multiplicar los alumnos y las convocatorias de exámenes acogen a mareas de aspirantes.
Lo malo es que, con la crisis, lo público también ha tomado la bandera de la economía de guerra y se ha ajustado el cinturón. El Estado sacó a concurso para 2009 más de 20.500 ofertas de empleo público, frente a las más de 35.000 de 2008 (administrativos, Justicia, Fuerzas Armadas o Cuerpos de Seguridad). A esta oferta hay que añadir todas las plazas de corporaciones locales y autonómicas (la enseñanza y la sanidad están transferidas a las autonomías).
El número de alumnos matriculados para las oposiciones en la escuela Master-D Oposiciones ha crecido un 35% y el 60% de los interesados son mujeres, según Manuel Fandos, directivo de ese centro de oposiciones. España tiene 2,6 millones de personas que trabajan para las Administraciones Públicas (ver cuadro), entre funcionarios, personal laboral y estatutario. El peso de las mujeres en este colectivo crece y seguirá haciéndolo a juzgar por el número de mujeres que prepara oposiciones. "Se accede al sector público de forma objetiva, con un examen igual para todos, sin una entrevista en la que se pueden preguntan aspectos personales, como si se tiene pareja o se tienen hijos", apunta Yolanda Palomo.


Las oposiciones a cuerpos superiores (juez o fiscal, por ejemplo), están al margen de la crisis, pero sí crece la fiebre por las oposiciones que requieren menos formación académica. El Cuerpo Nacional de Policía, por ejemplo, ha ofrecido a los opositores este año 1.949 plazas (un 61% menos), pero las solicitudes suman 58.428, frente a las 52.889 de 2008. Y en las seis primeras convocatorias de las Oposiciones a las Fuerzas Armadas, de las 11 que hay en todo un año, Defensa ha recibido casi 70.000 solicitudes de opositores, cuando en todo 2008 alcanzó 78.575 opositores.
"En una oposición te presentas tú con tu esfuerzo, y tu número de horas estudiadas", explica María José Flecha, madrileña de 40 años. Lleva estudiando desde enero de 2009, cuando perdió su trabajo en el departamento de Recursos Humanos de una consultora tecnológica. Se prepara ahora para superar las oposiciones a l cuerpo de gestión de Justicia y ya ha superado el segundo escalón. El próximo marzo afronta el tercer y último examen, que consiste en 10 preguntas cortas. Detrás, queda el último empujón para superar las oposiciones, porque combinó el cuerpo de gestión con otras oposiciones simultáneamente.

El cuerpo de gestión, al que se presenta María José, requiere una diplomatura, aunque ella es licenciada en Derecho. Pero "muchas personas pugnan por puestos de trabajo de formación inferior a la suya porque luego tienen muchas posibilidades de promoción interna y las pruebas son más asequibles", apunta Gloria Oliveros, directora de Oposiciones de la escuela Adams.
Aula Tutor Oposiciones también ha visto crecer su número de alumnos. Uno de sus nuevos opositores es Beatriz del Barco, de 26 años, que sostiene que "el sector público es el único que siempre cumple con el contrato que firmas el primer día". Está preparándose para entrar en el cuerpo de administración de la Comunidad de Madrid al tiempo que trabaja en una tienda. Ha oído más de una vez las machaconas críticas sobre la eficiencia de los funcionarios: "Pero eso va con las personas, hay vagos en todas partes y también gente muy trabajadora".
El Gobierno central mantendrá para 2010 las limitaciones en la incorporación de personal de nuevo ingreso, que no podrá superar el 15% de la tasa de reposición (frente al 30% de 2009), a excepción de las oposiciones a cuerpos de seguridad, oposiciones sanitarias, oposiciones a la enseñanza o las oposiciones a las instituciones penitenciarias.
El trabajo del opositor requiere cierta fortaleza mental, asumir que el esfuerzo, pese al buen examen que uno pueda hacer, la competencia y la sequía de plazas puede dejar el sacrificio sin frutos. Es lo que le acaba de pasar a M., que prefiere no revelar su nombre. Ha pasado más de un año trabajando y estudiando, levantándose a las cinco de la mañana y sin ver prácticamente a su familia. Y se ha quedado en la segunda fase en una oposición de Justicia. Por delante tiene la convocatoria del próximo año. Luis Fernández, de Aula Tutor Oposiciones, recalca que "hay que aprovechar todo ese trabajo y seguir, presentarse a otras pruebas con el mismo temario".

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